Lo sorprendente se produjo cuando, tras haber experimentado hasta el límite con el pájaro corpulento, lo sirvió de postre, caramelizado, para satisfacción de todos los paladares de los asistentes al Congreso de Biología. No había logrado evolucionar en la vacuna buscada pero sí en Gastronomía.
Tras degustarlo, todos los comensales se echaron a volar. Se produjo entonces la verdadera revolución evolutiva de la especie humana.
Análisis de expertos en ciencias experimentales y en ciencias humanas conjuntamente comprobaron que el corazón del hombre había crecido y se había fortalecido hasta medidas insospechadas, hasta aniquilar el propio mal del mundo.
felicitaciones, me gustó el giro semántico "todos los comensales se echaron a volar" y la proyección de la imagen humana
ResponderEliminarten un precioso fin de semana
abracitos colorinches
La metáfora evolutiva en el vuelo, es una razón de esperanza para ser mejores. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarWaoow. Increíble de bueno y muy breve, doblemente bueno.
ResponderEliminarMe voy volando.
Fuerte abrazo.
Es un relato sorprendente. Corto , pero intenso. Muy grato leerlo.
ResponderEliminarun beso
Que chulo, me ha sorprendido agradablemente por lo sorprendente. Felicidades y abrazos
ResponderEliminarEs muy especial tu relato.Muy metafórico y lo que has querido decir,nos hace reflexionar bastante
ResponderEliminarTe felicito por esa forma de presentarlo
Besucos
Gó
Os respondo en conjunto, porque os ha gustado y habéis captado mi idea y las metáforas. Como creyente, creo en la creación y en la evolución y me planteo la posibilidad de que el género humano se supere a sí mismo.
ResponderEliminarOs abrazo.
¡¡Muy bueno!!
ResponderEliminarSi se lograra algo así, que bien andariamos.
mariarosa
Si. Debemos lograr tal mejoría, tal renovación.
EliminarUn beso, amiga.
bonita entrada un abrazo de la madrugada
ResponderEliminarMe alegra tu visita, Recomenzar.
EliminarUn abrazo por estas redes.
Hola Diana, una metáforas que da que pensar y muy eficaz, felicidades me dejaste en enganchada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso de dejar a la lectora enganchada es un lujo, Cristina. Besos!
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