Tantas verdades a medias y dudas devinieron en tensiones no resueltas que le llevó al delirio. Sus inclinaciones se quejaron pidiendo la cara o la cruz, hartas de medias tintas. Lloró y sus demonios huyeron.
Su cuerpo comenzaba a anunciar la conclusión a la que su alma había llegado: volvía a nacer.
Las letras que escribimos nunca se sabe hasta donde van a llegar. MI PEQUEÑO BLOG DE ESCRITORA.
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Volver a nacer
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Que maravilla, es como una segunda oportunidad. Abrazos
ResponderEliminarLas presiones no son buenas, pero si es cierto que, para bien o para mal, suelen cambiar nuestra vida.
ResponderEliminarBesos.
¡Volver a nacer! ¡Qué bonito! Si se pudiera hacer realmente...
ResponderEliminarUn abrazo.
Tras cada experiencia importante, vamos renaciendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que todos necesitamos(re)nacer alguna vez y tener las cosas claras, moverse en dos tierras al final no aporta nada.
ResponderEliminarUn saludo.
Muy original, sería bueno hacerlo realidad.
ResponderEliminarmariarosa
Es una oportunidad que nos da la vida.Si estamos pasando momentos difíciles,un día puede llegar en el que todo vuelve a su origen,por fortuna
ResponderEliminarBesucos
Gó
El remedio siempre está al alcance de uno, lo que flaquea es la voluntad de abrir la puerta y echarse a volar
ResponderEliminarAbrazos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUna metáfora de renacer. La vida se nos va en eso. Un abrazo. Carlos
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