Veintidós de octubre, 8:07 a.m. Me levanto con tres kilos menos,
me lo dicen los pantalones de cuero, que me quedan mucho más holgados que
anteayer, y lo verifica la báscula de la mente, de farmacia, exacta. No estoy
enferma, aunque vomité toda la tarde y hasta media noche.
Fue el tren.
Cruzó por mis arterias
tomándolas a su suerte como vías; los vasos sanguíneos, como tablones de
madera, qué ingeniero tan ridículo. Así quedó todo, arterias, venas, y amores…
trastabillados y agrietados por una cordura loca según tú; por una locura cuerda,
según yo. No sé. El caso es que mi sangre era toda tablones astillados.
El tren que me arrolló para
salvarme de ti rompió todos mis huesos, en su ajetreo inmenso de vagones
repletos de noches equivocadas.
Tres kilos menos. A fin de
cuentas, está bien el balance, quedan compensados el haber y el debe a mi
entender, para esta época de delgadez imperante.
Tres kilos trasladados a esa
cabeza tuya, severamente amante, severamente cabal y por ambas cosas,
severamente injusta.
Por tres Kg,merece la pena decir adiós a quien no sabe amar.Sin rencores,sólo escapando a la libertad de un futuro que podría haber sido un fantasma
ResponderEliminarBesucos y gracias por tu comentario
Gó
Gracias a ti, Gó.
EliminarSi esos tres kilos menos han servido para liberarte, no sólo de peso, también de una persona que no te hace feliz; valieron la pena. Muy buen texto.
ResponderEliminarmariarosa
Hola María Rosa. Gracias por comentar!
EliminarEl tren de la vida, a veces, nos lleva por delante o nos obliga a parar...La mente reflexiona y el corazón se calma. La propia dignidad es importante para valorarnos y tomar las riendas de nuestra vida, Diana.
ResponderEliminarMi felicitación por tu creativo y original texto.
Mi abrazo y feliz finde.
Cuánta razón en tus palabras. Un abrazo.
Eliminar3 kg buenos son.
ResponderEliminarYo perdí 10.
Al final subí al tren que me alejó de la tristeza... Y pude sentirme mucho mejor (y más ligera)🙂 saludos
Una colisión más fuerte, pero sanadora, que la del desamor. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarNOTA BENE: Gracias por tu paso en mi blog: La joroba del camello.
Laura, la próxima vez, que sea por el running que perdamos peso.
ResponderEliminarTal vez más fuerte, sí, C. Augusto.
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